El presidente del Granada, Quique Pina, explicó al confirmarse la suspensión del encuentro que la policía se había hecho cargo del aficionado que lanzó un paraguas desde el graderío. "Pedimos comprension. No nos lo merecemos. El culpable no era socio, era menor de edad y de un centro de menores", explicó.
El joven había acudido al encuentro acompañado de otros compañeros de la asociación de acogida a la que pertenece -a invitación del propio club- y bajo la supervisión de un tutor.
Pina no escatimó adjetivos a la hora de mostrar su repulsa ante lo sucedido. "Lamentamos este acto violento que mancha la imagen de la institución y de la ciudad. Es el acto de un impresentable dentro del estadio", concluyó.
Se cumplía el minuto 60 en Los Cármenes. La grada estaba excitada, tanto como los jugadores locales. Martins cometió una falta bastante dura y fue amonestado. El menor se lo tomó como algo personal y agredió a Javier Rodríguez Aguilar, uno de los linieres del colegiado Clos Gómez. Acto seguido, el trío arbitral abandonó el campo para que el asistente pudiese sanar la brecha que se le abrió en el pómulo.
Los servicios médicos del club rojiblanco atendieron al asistente en los vestuarios. La propia entidad abundó en un comunicado que había sufrido "un pequeño arañazo" en el rostro. Para el árbitro: "Tras una agresión así no se puede continuar".
Un saludo Francisco José Calabuig
Un saludo Francisco José Calabuig
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